domingo, 28 de octubre de 2018

Adam Smith


Adam Smith.
Nació en Kirkcaldy, Escocia Reino Unido en el año 1723. Curso estudios en la Universidad de Glasgnow donde recibió la influencia de Francis Hutcheson, defensor de la libertades políticas y religiosas. En 1740 ene como becario en la Balliot College de Oxfors. Posteriormente en 1748 es nombrado profesor de literatura den la Universidad de Edimburgo para luego pasar a la de Glasgnow en 1751, ocupando en 1752 la catedra de Filosofía Moral, vacante dejada por la muerte de Hutcheson. Esta catedra comprendía un curso de teología natural, ética, jurisprudencia y economía política.

En 1759 publica su Teoría de los Sentimientos Morales, obra en la cual se encuéntrala base de su filosofía liberal sobra actividad económica, así como la definición del orden natural de la sociedad. Debido al prestigio que le da esta publicación, es nombrado EN 1763 Preceptor del hijo del Duque de Bucleugh, lo cual le permite realizar un viaje por Francia donde se encuentra con David Hume, quien trabajaba en la embajada Britania en Paris, Smith es introducido por Hume en los círculos de la ilustración, y allí conoce a Francis Quesnay y a Turgot. En Ginebra conocerá a Volteire, a quien admira como el más grande de los genios franceses.

En Francia comenzó a escribir su más famoso libro: Una investigación sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones, obra que concluyo 15 años después en 1776, su aparición causo gran revuelo en la sociedad intelectual de su tiempo, esta obra compuesta por cinco libros Smith emplea conceptos novedosos para su época, entre ellos la “especialización del Trabajo”, el cual es fuente de la mayor producción entre la sociedad. A su vez se distingue entre “trabajo productivo” que se produce bienes tangibles y “trabajo improductivo” el que produce bienes intangibles y servicios. También considera que los bienes tienes dos valores: un “valor uso”, que es el que tienes los bienes para satisfacer una necesidad concreta y “valor de cambio”, que es el que tiene un bien para ser intercambiado por otro.
Smith y su teoría del valor.
Para Smith la riqueza de las naciones esta en función del grado de productividad del trabajo y la cantidad de trabajo útil. El valor de la mercancía está determinado por la cantidad de trabajo necesario para producirla, y en última instancia al costo de la mano de obra. El cual a su vez se mide por el valor del trigo necesario para mantener dicha mano de obra.

Por otra parte, establece una diferencia entre precio “natural”, formado por los costos correspondiente a la renta, los salarios y las ganancias del capital, y el precio del mercado. Para el, el precio de mercado únicamente refleja las variaciones, temporales de la oferta y la demanda, pudiendo este precio estar por encima del natural o por debajo. Pero a largo plazo, el precio natural sería igual al del mercado, excepto en condiciones monopólicas donde un vendedor forzaría el precio al nivel más elevado posible.
La distribución del ingreso según Smith.
Distinguió tres tipos de ingreso, los cuales formaban parte del valor de un bien y por lo tanto del valor de cambio; el salario, los beneficios del capital y la renta del terrateniente. El salario constituye la remuneración del trabajador pagada por el terrateniente o empresario. Ahora bien, para Smith el salario no puede bajar de un límite inferior o también llamado “mínimo de subsistencia”. También explica que existe un fondo de salarios, el cual crece si los empresarios invierten buscando utilidades, provocando un alza de los salarios. Pero si el aumento de la población es superior al del “fondo de salario”, los mismos tienden a disminuir hasta el mínimo de subsistencia. Dentro de la ideología de Smith, el fondo de salario se forma del ahorro neto que hacen los agricultores y empresarios para aumentar la producción.

El beneficio es la retribución que obtiene los capitalistas (artesanos, comerciantes, agricultores) como la contribución del capital empleado en la producción. La renta la perciben el terrateniente como dueño de la tierra productiva para la agricultura.

La acumulación de capital.
Los terratenientes y capitalistas obtendrán un excedente susceptible de ser consumido o ahorrado para una futura inversión. El aumento del capital producto del ahorro, siempre incrementara la producción del país.

El aporte más destacado del ideario de Adam, Smith al ideario liberal es su plena confianza en el mercado, que produce la mejor asignación de recursos, porque la búsqueda del beneficio hace que los capitalistas coloquen su capital en la producción de los artículos de mayor valor. Buscando su propio beneficio, el conjunto de las personas contribuyen al bienestar general, lo cual evidencio Smith en la célebre metáfora la “mano invisible” del mercado.
Acepta el cargo de comisario de aduanas de Edimburgo en 1778, cargo que ocupó hasta su muerte el 17 de julio de 1790 a los 67 años.

lunes, 20 de agosto de 2018

La política económica del Segundo gobierno de Rafael Caldera


La política económica del Segundo gobierno de Rafael Caldera

Rafael Caldera llego al poder por segunda vez en 1994. Aunque este prometió durante su campaña no acudir jamás ante el Fondo Monetario Internacional, debió hacerlo ante la crisis económica.

En primer lugar, como visión general de la situación de Venezuela para el momento, se encuentra la grave crisis general por la que atravesaba el país. La cual estaba afectando a todos los niveles y esperas de la sociedad. En cuanto al aspecto económico y financiero, la reducción de los precios internacionales del petróleo y la deuda externa desde mediados de los ochenta, trajo consigo una disminución del nivel de vida de los venezolanos, sobre todo en las clases medias y bajas, además de un desmejoramiento de los servicios públicos.
 Para finalizar, podemos agregar que la crisis se extendía a todas las esferas, producto de la perdida de la capacidad del gobierno para asumir financieramente sus obligaciones sociales. Lo cual se traducía a nivel educativo, sanitario, laboral alimentario, etc.

La agenda Venezuela.

La agenda Venezuela fue un acuerdo llevado a cabo entre el gobierno de Venezuela, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Lo que se pretendía era presentar un plan a estos organismos multilaterales, para lograr abrir las posibilidades para la recomposición del servicio de la deuda y aliviar la carga que esta representaba para el país.

La historia de la llamada Agenda Venezuela puede fácilmente dividirse en tres momentos básicos en materia fiscal:
·         El periodo de inicio con la macro devaluación de abril de 1996.
·         El auge de los ingresos extraordinario del segundo semestre de 1996 y 1997.
·         La caída de los precios del petróleo que comienza en el último trimestre de 1997 y se prolonga durante 1998.

La crisis fiscal también se presenta consecuencia de una grave tendencia al deterioro de la recaudación tributaria interna que revela una gran ineficiencia en el marco legal e institucional.

La agenda Venezuela estaba constituida por 10 áreas prioritarias para el equilibrio de lo económico, lo político y lo social.
1.       Reducción gradual del déficit fiscal.
2.       Flexibilización del control de cambio.
3.       Fortalecimiento del sector financiero.
4.       Reforma estructural del sistema de seguridad social.
5.       Expansión de los programas sociales.
6.       Dinamización del aparato productivo.
7.       Ampliación del régimen competitivo de precios.
8.       Nuevas políticas de tasas de interés.
9.       Capacitación para el empleo.
10.   Reforma de la administración pública y privatización.

Los cambios en la estrategia económica de los gobiernos venezolanos en la era de la democracia representativa (1959-1999) han estado frecuentemente , bajo la presión de la contingencias; pero también han ocurrido modificaciones significativas en las políticas públicas aplicadas a la gestión económica, de tal manera que se ha hecho un habito de los gobiernos la ruptura de la continuidad administrativa, salvo la ejecución de algunas obras publicas importantes que requiere varios periodos constitucionales. Para algunos voceros del neoliberalismo y delos interés que navegan en la economía de mercado se expresan en el sentido de que los dos primeros a los del gobierno de Caldera 1994/1995, fueron perdidos para la economía y la gestión publica, por ser los del relativo control económico, la que se responsabiliza de los supuestos resultados negativos de este subperiodo. De manera distinta, exaltan esos voceros la orientación uy la gestión que prevalecieron en el resto del periodo, por ser propicias a la apertura económica, la libertad de cambio, la privatización de las empresas del estado, la reducción del ámbito administrativo de la regulación de los precios y las facilidades para la importación de insumos y productos que compiten con ventajas con los productos nacionales.

Este periodo económico transcurrió en dos etapas claramente definidas:
La que se extendió desde el inicio del mandato presidencial, en febrero de 1994, hasta el mes de abril de 1996, caracterizada por haber sufrido un cambio de rumbo, es decir, de relativo control económico.

Y la que comenzó en mayo de 1996 y concluye al cierre de 1998, con una evidente inclinación al neoliberalismo, aunque con elementos de intervención del Estado.

El de los hechos y procesos emergentes de la dinámica interna: debe señalarse como prioridad la crisis financiera calificada como sistemática que se hizo manifiesta desde el comienzo del año 1994 y persistió hasta 1995 con variabte4s intensidad; esta crisis afecto la actividad económica real, y por supuesto el movimiento fiscal, la cambiario, al monetario, la balanza de pagos etc.

En el último año del periodo quinquenal, la economía y la gestión pública fueron duramente golpeadas por la pronunciada declinación del ingreso petrolero, en una coyuntura signada, además, por la lucha y la incertidumbre políticas en la perspectiva de lo comisión de fin de año para la elección de representantes al Congreso Nacional, gobernadores y presidente dela República.

La crisis financiera de 1994
Esta crisis se presentó con secuelas persistentes en 1995, y se manifestó en cuatro etapas, en cada una de ellas un banco importante o grupo de bancos y las instituciones financieras conexas incurrieron en situación de insolvencia, transitoriamente encubiertas por insuficiencia de liquidez. El primer caso, fue el Banco Latino, de grandes dimensiones, pero estructuralmente débil, por haberse sobregirado en su capacidad de financiamiento e incurrido en negocios no propiamente bancarios. Cuando el Dr. Caldera tomo posesión de la presidencia de la republica la caída del Banco Latino era un hecho. Pero poco tiempo después, otros bancos, algunos vinculados del Latino mostraron signos de quebrantamiento.

Así mismo, es importante recordar que el primero de enero de ese año, entro en vigencia La Ley General de Bancos y Otras Institutos de Crédito, con reformas importantes e innovadoras convenientes; pero la mayoría de la disposición legales no eran de fácil ni de inmediata aplicación, particularmente por que el órgano supervisor competente: la Superintendencia de Bancos, no estaba preparados, ni disponían de los medios efectivos para poner en práctica las providencias legales nuevas.

Ante las demanda emergente y masiva de retiro de depósitos bancarios a las instituciones que perdían confianza del público, FOGADE (cuya función era y es la de garantizar tales depósitos hasta un determinado limite), no estaba en capacidad para satisfacer con sus propios recursos los requerimientos que se hacían, para hacer frente a aquella demanda y por ello, de acuerdo con la ley, recurrió del Banco Central en solicitud de anticipos.

Las consecuencias macroeconómicas fueron las siguientes:
·         Una contracción del PIB de casi 3%
·         Contracción de la demanda agregada interna de 4,5%
·         Una salida neta de capital cifrada en US$3.770 millones
·         Una tasa de inflación de 71%
En julio de 1994, hubo la necesidad de establecer un régimen de restricción cambiaria, con un tipo de cambio nominal fijo de Bs. 170 por dólar de EUA, que se mantuvo hasta diciembre de 1995, cuando el gobierno decidió devaluar la moneda en una proporción de 70%, situándolo en relación con el dólar en un nivel de 290 BS.

Se ha criticado reiteradamente la actuación del BCV ante la crisis financiera, considerándola débil y hasta improvisada por no decir incompetente. Probablemente falto una política de Estado, una estrategia coherente de poderes públicos en una coyuntura de emergencia sin precedentes en el país. Ejemplo de esto fue, que al inicio del mandado del Dr. Caldera, la crisis estaba en marcha y tenía que procederse sobre la marcha.

Por otro lado, cuando hablamos de la gestión fiscal, según la experiencia venezolana, ha estado muy condicionada por la coyuntura petrolera.

En los últimos años, incluido el quinquenio en estudio, la proporción que representa la participación fiscal petrolera en el ingreso ordinario del fisco ha venido descendiendo hasta situarse en 1998 en un 40%. Ello significa que el otro 60% procede de fuentes no petroleras. Sin embargo, la capacidad contributiva tributaria interna has sido potencialmente superior a la indicada por las recaudaciones, lo que se explica por la elevada recaudación fiscal estimada en un 60% de la aquella capacidad.

La creación del SENIAT (Administración tributaria integrada. Sistema de recaudación de impuesto) a comienzos de 1994-198 contribuyo a mejorar el rendimiento de los tributos interno. Esto elevo la contribución de empresas y los ciudadanos venezolanos a los ingresos globales del Estado, acercándose por primera vez al petróleo como fuente de ingresos fiscales. Pero lamentablemente, el sistema fiscal permanece sin reformas estructurales eficaces: la multiplicidad de exenciones y exoneraciones no justificadas, la desorganización administrativa general, cuya evidencia más dramática es el régimen aduanero, entre otras deficiencias, determinan un defectuoso funcionamiento del sistema tributario.

La estrategia del Gobierno
 Según algunos economistas la gestión de gobierno en el quinquenio se puede dividir en dos etapas: la de regulación o control económico parcial y relativo, y la de liberación y apertura económica con persistencia de elementos regulatorios. Para entender esta persistencia de elementos regulatorios. Para entender esta diferenciación hay que hacer referencia a los lineamientos y propósitos que expreso el Presidente de la Republica en su programa de gestión con el cual concurrió a justa electoral de diciembre de 1993. Este programa se fundamentaba en la apreciación de la emergencia económica. Financiera, social y política que entonces padecía el país. Se puede recordar que el Presidente había expresado enfáticamente su disocian a no recurrir el FMI en solicitud de asistencia monetaria y que modo distinto, su compromiso se definía en el documento denominado Carta de Intención al Pueblo de Venezuela.

Los aspectos más importantes del programa del Presidente Caldera se encontraron los siguiente: orientación estratégica de una economía mixta, con intervención y participación del Estado sin dejar de contemplar la necesidad de estimular y promover el desarrollo de la economía privada.

La situación fiscal y del sector externo de la economía al inicio del periodo 1994, no era tan crítica como se ha hecho evidente a inicios del periodo 1999-2003: el precio promedio del petróleo se estimaba en US$ 13,5 el barril y el volumen de exportación proyectado era de 2,34 millones de barriles diarios, superior al realizado en 1993. Sin embargo, habían aparecido los primeros signos de la crisis financiera sistemática que se abatió sobre la economía en 1194 y no existo, como se hizo evidente en el curso del fenómeno, ni mecanismos ni política de defensa del sistema.

De esta manera, podemos interpretar, que en los propósitos y la voluntad del presidente Caldera esa dramática crisis hizo modificar en forma y medida notables los designios iniciales. Por otro lado, la base política parlamentaria del gobierno era bastante estrella y el presidente pudo logar, en un esfuerzo de estrategia, la cooperación de fuerzas opositoras en el Parlamento. Por ello se le otorgaron poderes extraordinarios para tomar decisiones emergentes en materia económica, fiscal y financiera, bajo la forma de Ley habilitante, en uso de cuyas facultades se decretó la Ley de Impuesto al Consumo Suntuario y Ventas al Mayor (en lugar del IVA), se modificó la ley de Impuesto sobre la renta, se creó el Seniat, se emitieron bonos del Tesoro para financiera el servicio de la deuda pública externa por un monto de 160.000 millones y otros bonos para capitalizar a Fogade. Más adelante, se suspendieron las garantías económicas para permitir la modificación del régimen cambiario y se decretó la congelación de varios bienes y servicios de primera necesidad.
 En el bienio 1995-1996 el gobierno resolvió devaluar la menda en proporciones significativas, de tal menara que el tipo de cambio nominal, que en noviembre de 194 estaba fijado en Bs. 170, bajo  control, se elevó a 480 en abril de 1996 con libertad cambiaria, demarcándose así la segunda y última etapa de la gestión gubernamental en estudio, caracterizada por el desmantelamiento de los controles y las regulación de índole económica, la apertura comercial interna y externa, la privatización de las empresas del estado, la modificación estructural de la industria petrolera nacional, para incorporar en determinadas áreas de la actividad intereses privado extranjeros en su mayoría.

La imperfecta e inadecuada administración de la crisis financiera y la del llamado control de cambio abrieron camino a la segunda etapa de la gestión gubernamental a partir de abril de1996, cuando bajo el nombre de agenda Venezuela, fue reorientada la estrategia oficial hacia la liberalización económica y estabilización. Se eliminaron las restricciones del mercado cambiario, se liberaron los intereses bancarios por parte del Banco Central. Este cambio de estrategia a mitad de periodo fue recibido por los sectores económicos y por los medios financieros internacionales como una saludable rectificación en contraste con los supuestos errores cometidos en la primera mitad del quinquenio.
A partir de abril de 1997 hasta la terminación del mandato presidencial, con reformas estructurales, no dio lo resultados esperado en ninguna de las instancias proyectadas. Las medidas contempladas en ese programa, con visto bueno del FMI, entre otras, son las siguientes: aumento de los impuestos de las ventas al mayor y al consumo suntuario de 12,5% al 16,5% aumento del precio de la gasolina; aumento de las tarifas de los servicios públicos.

Los efectos recesivos e inflacionarios de la Agenda Venezuela se hicieron sentir con intensidad en 1996, con un descenso de 1,6% del PIB, una tasa de inflación de 103;2% y una tasa de desempleo de 12,4%. Este porcentaje de inflación fue el mal elevado esta esa fecha.

Al final de todo la Agenda Venezuela, termino siendo una réplica de las recetas del FMI, sin el capital humano necesario para conducir un proceso autónomo de diseño y ejecución de un programa global y coherente de política económica.

La apertura Petrolera
La apertura petrolera, se trató de un cambio petrolero-sociedad. Es un cambio de aquel modelo rentista que una vez nos llevó con mucho éxito. Gracias a aquel modelo, tuvimos un gran crecimiento, pero una vez derrumbados los precios del petróleo el mismo dejo de funcionar. La apertura fue un cambio a ese modelo rentista mediante el cual la industria del debía recursos del fisco y este los distribuía a la sociedad de una manera deficiente, plagada de corrupción, clientelismo, etc. Lo que se buscaba es que todos los venezolanos participaran en el negocio central de nuestra economía.

Una de los aspectos positivos de la crisis económica que se estaba viviendo, es que en Venezuela se logró un consenso en el país acerca de la necesidad de iniciar un proceso de apertura de la industria petrolera, que, si bien era necesario aun en el caso de que e nuestra situación económica fuera muy buena, es probable que nuestros sectores políticos no lo hubieran entendido así.

La apertura petrolera que se realizó en Venezuela, se inició en 1993. En ese año se suscriben los primeros contratos de servicios para la reactivación y explotación de los yacimientos marginales. Para el momento estaban los contratos estratégicos de asociación, de los cuales podemos mencionar: el Proyecto Cristóbal Colon, entre Lagoven, Shell, Exxon y Mitsubishi. También están los contratos para la explotación y mejoramiento de la faja del Orinoco los cuales se ha firmado con Maraven, Total Oil, Ituchu, Marubeni, Arco, Mobil Etc.

Si bien coyunturalmente, el panorama para 1998 resultada prometedor y la empresa estatal Petróleos de Venezuela, PDVSA comenzaba con buen pie el proceso de apertura petrolera y de asociación con empresas privadas extranjeras y locales, no se contaba con algo inesperado: la caída mundial de los precios del barril de petróleo. En este marco, crecía la preocupación sobre los riesgos de que el país entrara de nuevo en un ciclo de crecimiento descontrolado llamado por los expertos como la “enfermedad holandesa” (caracterizada por el excesivo crecimiento de un sector de la economía en desmedro de otros). Se creía que Venezuela estaría comenzando a dar rasgos positivos en su economía. El crecimiento de la producción de barriles diarios crecía un 10%, se había producido una inversión de capital extranjero en el sector por el orden de los 2.000 millones de dólares, se proyectaba un crecimiento del PIB en un 5%, al igual que una estabilidad cambiaria. Por otra parte, las ventas de automóviles subieron en un 25% en 1997, al igual que el sector construcción y los depósitos de la banca. 

domingo, 15 de julio de 2018

El riesgo parte II


El coeficiente beta de riesgo.

El riesgo especifico puede ser diversificado con la inclusión, dentro de nuestro menú de inversiones, de otros activos financieros que siendo de naturaleza distinta a las ya en posesión, le otorguen a nuestro portafolio, pues las fluctuaciones de un activo se verán balanceadas con las fluctuaciones de otros. Así de mantener una cartera de activos de inversión perfectamente diversificada, nuestro riesgo será igual o al menos parecido al riesgo de mercado.

El beta estimara el riesgo sistemático de un portafolio, o una acción individual:

β = (ρp / σm) ρpm

Donde σp y  σm son la volatilidades del retorno de la cartera y del mercado respectivamente, mientras que  ρpm es la correlación entre ambos. Beta estima la tendencia de una cartera que participa de los movimientos del mercado. De esta manera por ejemplo si un portafolio tiene el doble de volatilidad del mercado y su correlación con el mismo es de 0,8, su beta de riesgo será 1,6 la cual hará que el portafolio se afecte con el 160% de lo que le suceda al mercado.

martes, 3 de julio de 2018

El Riesgo Parte I


Riesgo.

El concepto de riesgo es el resultado inmediato de la existencia de la incertidumbre dentro del mundo financiero. Siendo la incertidumbre el hecho que no se tiene certeza de lo que ocurrirá en el futuro. Al encontrarnos frente a un mundo de múltiples elementos variable, los cuales en la mayoría de los casos escapan de nuestro control.

Así el riesgo se define como la incidencia que puede estimarse y afectar la decisión de inversión de un tomador de decisiones. (Lahoud 2012), dicho de otra manera, la posibilidad que ocurra un evento adverso, el cual afectara el valor de nuestros activos financieros.

El Modelo de Valoración de Acciones, denominado CAPM (Capital Asset Pricing Model), clasifica el riesgo en dos categorías: el riesgo sistémico y el riesgo asistémico o especifico.

El riesgo sistémico, también conocido como riesgo de mercado, es aquel que está relacionado con los movimientos generales de la economía donde se negocian los activos financieros, de esta manera afectan a todos y cada uno de los activos, aunque el efecto que este tenga sobre los mismos difieran de acuerdo a la naturaleza del activo. Corresponde a este tipo de riesgo los determinados por los eventos monetarios, políticos, económicos y sociales que afectan a todos. Por ejemplo, una devaluación del tipo de cambio de la moneda, es un factor que afecta a toda la económica en su conjunto, pero no a todos de la misma manera y en la misma medida: ante un evento de este tipo los activos financieros asociados a empresa importadores podrían sufrir una mayor afectación, de manera distinta a como lo haría con los activos financieros de las organizaciones exportadoras o de las que no dependan del comercio internacional.

En el caso de los riesgos sistémicos o de mercado, estos no pueden ser diversificados, pues no dependen del inversor y como se dijo anteriormente afectan a todos, aun cuando los afectos sobre cada uno sean distintos. Son como la lluvia, caen sobre todos y nos moja a todos, pero no todos se refrían.

El riego especifico o asistémico es aquel relacionado de manera directa con el activo financiero en cuestión, las variables de riesgo en estos casos están internamente relacionados con las empresas emisores del activo financiero. Un ejemplo de esto sería un cambio en la junta directiva de una organización, el decreto de dividendos por parte de la empresa, a apertura o cierre de una línea de producción.  En este caso los riesgos asistémicos o específicos pueden ser diversificados, siendo este uno de los principales objetivos del inversor; la diversificación del riesgo especifico, para ello buscara hacerse con una cartera de inversiones que siendo representativa del mercado donde opera, su riesgo sería igual del riesgo de mercado.

domingo, 1 de julio de 2018

Tasa Interna de Retorno Modificada. TIRM


Tasa interna de retorno modificada.

La tasa interna de retorno modificada, es aquella tasa donde los flujos de entrada de efectivo esperado para una inversión adquieren un valor igual a los flujos de salida de efectivo considerando los retornos de rentabilidad obtenidos de las reinversiones de los flujos positivos, así como también el financiamiento, si fuera el caso, del déficit de caja durante el periodo considerado.

Cuando considerado la tasa interna de retorno para evaluar una inversión, buscamos aquella tasa donde los flujos de entrada sean igual a los flujos de salida, en dicha tasa el beneficio seria cero, partir de allí, los retornos esperados serian negativos y la inversión ya no sería favorable. Ahora bien, al considerar este método se presenta dos situaciones, primero en la mayoría de las ocasiones considerando flujos de efectivo cerrados, es decir, el resultado final de un ejercicio cualquiera este sea, no es considerado como in ingreso o egreso durante el periodo siguiente, en tal caso, y como trabajamos bajo el criterio de la máxima eficiencia y la maximización de la utilidad, a de esperase que dichos montos sean invertidos, dentro del mismo proyecto o en proyectos alternativos. Es posible también que algunos de estos flujos de caja resulten negativos, razón por la cual debemos buscar la manera de cubrir dicho déficit, bien sea al costo de capital del proyecto, o con alguna otra tasa que sea impuesta por el mercado.

Es entonces donde surge la aplicación de la tasa de retorno modificada, donde consideramos estos dos factores algunas veces olvidados, pero de importancia vital para el desempeño del proyecto.

Para calcular la Tasa interna de retorno modificada, debemos conocer las tasas de reinversión de los flujos de superavitarios y la tasa de financiamiento de los flujos deficitario. Capitalizamos los primeros hasta el final de periodo del proyecto y actualizamos los segundos llevándolos hasta el periodo presente, luego establecemos la razón siguiente:

TIRM = (VCap/VA)1/t  - 1
Dónde: TIRM; tasa interna de retorno modificada
                VCap; es la sumatoria de los flujos positivos capitalizados hasta el final del periodo
                VA; son los flujos de efectivo negativos, incluyendo la inversión inicial, actualizados al tiempo presente
                t; es el periodo de duración dado al proyecto.

martes, 2 de enero de 2018

Marxistas, Chavistas y el Dr. Hell

Marxistas, Chavistas y el Dr. Hell
Cuando era niño una de mis series de comic favorita era Mazinger Z, la trama consistía en las aventura de un joven quien maniobrando un gigantesco robot hecho con tecnología ultra-avanzada, enfrentaba las huestes del temido Dr. Hell quien se quería apoderar del mundo. La estrategia del villano consistía básicamente en enviar una serie de robot que destruían todo a su paso: ciudades y pueblos eran destruidos antes de la llegada del héroe robótico que haciendo alarde de su poder salvaba el día destruyendo el robot de  turno.

Durante los episodios de destrucción desenfrenada, los ciudadanos indefensos solo corrían y gritaban de desesperación viendo sus hogares destruidos, aterrados e impotentes presas del Dr. Hell. Quien en su afán por controlar la tierra toma de estrategia de la destrucción total, para alzarse como rey de un mundo en ruinas.

Conocidas son también las teorías marxistas que plantean el futuro colapso y derrumbe del sistema capitalista bajo las condiciones dictadas por las leyes de la economía, Rosa Luxenburgo paso largos años de su vida defendiendo esta teoría.  Ahora bien dado que las predicciones argumentadas fervientemente por los teóricos marxistas no se cumplían, y el capitalismo lograba sortear las catástrofes de la Gran Guerra y la Depresión de los ’30, en el imaginario socialista del siglo XX estaba claro que se debía provocar este colapso. De esta manera los revolucionarios latinoamericanos se dieron a la tarea de provocar el colapso de las sociedades y económicas del hemisferio. Las guerrillas y el sabotaje fueron parte de sus estrategias, claro al ser solo grupos minúsculos dentro de las sociedades que pretendían defender y representar, la estrategia no dio resultado, llegando al más rotundo fracaso.

Hoy Venezuela cuenta con un gobierno que afila sus estrategias en ambos sentidos. Para una corriente del gobierno, a los que se podrían llamar los “marxistas puros” o el ala radical del partido,  parece reivindicar esta vieja estratagema; destruir el sistema económico capitalista burgués para que luego de las cenizas emerja el nuevo sistema socialista y con ello enrumbarse a la construcción del ideal comunista. Por otro lado están los “boliburgueses o los bolichicos”, quienes en el curso de esta innovada revolución del siglo XXI, han amasado grandes  fortunas a expensas de la campante corrupción sin precedente en la historia del hombre, alzándose como reyes sobre las ruinas de una nación gobernando a sus famélicos súbditos controlados por medio de la propaganda y el hambre.

A diferencia de la serie de televisión de mi infancia, Mazinger Z no vendrá a salvar el día.