lunes, 11 de octubre de 2021
Recomendaciones para un reconversión efectiva
miércoles, 21 de julio de 2021
Y otra vez la reconversión
El reciente anuncio por parte del Banco Central de aplicar una nueva reconversión monetaria eliminando seis ceros a la moneda marca para el país su tercera reconversión en menos de trece años, proceso que como muchos recordarán inicio en 2008 con la implementación del Bolívar Fuerte, repitiendo en 2018 con el Bolívar Soberano. Para agosto de este año los venezolanos amaneceremos con un nuevo cono monetario, imaginamos que llevará el mismo nombre con un nuevo adjetivo calificativo, de esos a los cuales las administraciones del nuevo siglo nos tienen ya acostumbrados.
De esta manera solo la administración actual se endosará en su haber dos reconversiones, en solo tres años, eliminando solo en este tiempo once ceros. Sin ánimos de ser profeta, esta nueva reconversión será poco o nada lo que aporte en beneficio para la economía nacional, pues al igual a las dos anteriores será implementada en solitario, sin el acompañamiento de medidas paralelas que hagan eficiente la medida.
Desde un inicio, estas han sido puestas en práctica sin una adecuada reforma fiscal que lleve a una reducción sustancial del gasto público corriente que reduzca el déficit fiscal, sin una efectiva reforma tributaria que haga eficiente la recaudación del fisco y sin una adecuada y real apertura del mercado cambiario, estas para solo hablar de las medidas económicas básicas que deben acompañar una política de reconversión que pretenda realmente corregir un proceso hiperinflacionario. Sin ellas cualquier reconversión, dará el mismo resultado positivo que se ha obtenido esta ahora; ninguno, con la única salvedad, quizás, del ahorro de tinta a la hora de escribir las magnitudes monetarias o hacer viable las operaciones en calculadoras portátiles.
Por otra parte no debemos olvidar el principio básico y sin el cual ninguna moneda puede servir de espécimen de cambio; la confianza de los agentes económicos en el valor que representa dicha moneda. Esto último es simple y elemental; el venezolano expresa precios y transa sus operaciones en términos de dólares americanos por la simple razón que ve en la moneda norteamericana un depósito confiable de valor, lo que no percibe en el caso de su propia moneda.
Insistir en este tipo de medidas pone de manifiesto a una renuente actitud de aceptar lo que cualquiera versado en la materia podría y de seguro a sugerido, o una simple y resuelta determinación de correr la arruga del problema hiperinflacionario, situación que no podemos imaginar con cual objetivo, pues todo el discurso que emana del Palacio de Gobierno apunta a querer permanecer en el ejercicios del poder por varios años más, lo que deja una arruga que de tanto correrla en algún momento tendrá necesariamente corregir sin imaginarnos a que costo y en cuales circunstancias.
martes, 29 de junio de 2021
Producción petrolera y el Cuento del Gallo Pelón
Para quien quizás no lo sepa, existe en Venezuela una tradicional broma que consiste en preguntar a alguien: “¿quieres que te cuente el cuento del Gallo Pelón?, si la persona contesta de forma afirmativa el bromista preguntará de nuevo “¿de verdad quieres que te cuente el cuento del Gallo Pelón?” si fue negativa se preguntará “¿de verdad no quieres que te cuente el cuento del Gallo Pelón?, así independientemente de la respuesta siempre se preguntará lo mismo; ¿quieres que te cuente el cuento del Gallo Pelón?
Recientemente un importante miembro del Ejecutivo Nacional anuncio en un video hecho público en las redes sociales, la inversión en este año de 1.200 millones de USD para la reactivación de PDVSA, anunciando la recuperación en lo que va de año a cerca de 700 mil barriles por día en la producción de crudos, estimando poder llegar a 1,5 millones a final de este mismo año.
Recordemos que PDVSA a finales de la democracia puntofijista tenía una capacidad instalada de producción de 3 millones de barriles por día, encontrándose dentro de los planes de la industria su ampliación hasta los 6 millones basándose en los Convenios Operativos Estratégicos y en la producción de bitúmenes, con la intención confesada de no comprometer los ingresos de la empresa a las cuotas de producción fijadas por la OPEP, tomando en consideración que estas no computan la producción y exportación de bitúmenes por no ser técnicamente petróleo según los estándares técnicos del sector. Así con una industria petrolera con los más ambiciosos planes de expansión de producción se dio inicio al proceso de transformación profunda de la economía y la sociedad venezolana, en la cual solo para hablar de PDVSA para el año 2005 alcanzó la cifra de 3,2 millones de barriles diarios de producción, nada mal considerando los estándares previstos por la administración puntofijista. De allí a esta parte la historia es otra; “dream is over”. La principal industria del país alcanza a cifra de producción de 445 mil barriles por día cantidad similar a los años pioneros de la producción petrolera nacional. Incapaz de siquiera suplir la demanda interna de combustible se ha visto en la necesidad de la importación directa de sus socios comerciales.
Bajo el ya reiterado eslogan de la “Venezuela Potencia”, se nos anuncia la determinada decisión de invertir 1.200 millones de USD para alcanzar la cifra record de producción de 6 millones de barriles día.
¿Quieres que te cuente el cuento del Gallo Pelón?
lunes, 14 de junio de 2021
Lo que no se dice de la dolarización formal en Venezuela
Acerca de la dolarización formal
de la economía venezolana, y apartando aquellos temas de beneficios y
desventajas que los grande gurús y venerables maestros de la ciencia económica
ya han debatido a la saciedad en cuanta plataforma y escenario relacionado
existe en el país. Existe algunos aspectos que no se mencionan, pero que por
simples y elementales no debe dejarse de lado. Me refiero por solo mencionar
uno, a las remesas de reposición.
En todo caso los billetes en mayor medida y las monedas están sujetos al deterioro natural por el uso de los mismos, al fin y al cabo en la mayoría de los casos los billetes están hechos con papel de algodón. Estos billetes deteriorados son remesados periódicamente por la banca al Banco Central quien a su vez sustituye los mismos destruyendo los especímenes deteriorados. En Ecuador con el Manual de Procedimientos, Envió y Canje de Billetes Dólares Mutilados y Deteriorados, aprobado por el Banco Central de Ecuador el 3 de diciembre de 2002, se establece por ley que el Banco Central de Ecuador retira los billetes deteriorados que considere según su juicio, remesando los mismos a la Reserva Federal y estos a su vez efectúan el canje pertinente.
Como quieren que el país sea formalmente dolarizado, se requerirá de un acuerdo entre el BCV y la Reserva Federal, como en el caso de Ecuador con el manual mencionado. Ahora bien la pregunta que cabe aquí, ¿negociaría el gobierno de los Estados Unidos un acuerdo similar con el gobierno de un país cuyos varios de sus máximos jerarcas una de sus principales agencias federales de justicia ofrece recompensas que suman más de los 30 millones de dólares?
Se ve poco factibles un cambio drástico de las directrices de la nueva administración norteamericana con respeto a Venezuela, pues si no cambiaron las políticas de Trump con respecto al Sahara Occidental colocando a España, aliado suyo en la OTAN, en serias dificultades con Marruecos y sus repercusiones en Ceuta y Melilla. ¿Lo harían por Maduro?
Por otro lado resulta poco creíble que la solución a la severa crisis hiperinflacionaria, pueda surgir de quienes durante las últimas dos décadas, y a la voz de: “¡EXPRÓPIESE!” acompañaron al intergaláctico a destruir la economía nacional, y hoy se niegan a reconocer su pertinaz incapacidad de resolverla y dejar el camino a quien queriendo pueda hacerlo.
La solución al problema de hiperinflación en esta y en cualquier economía del mundo, pasa necesariamente por un cambio radical de las políticas económicas que las causaron, para que estas tengan efecto estas nuevas políticas deben ser capaz de generar en el publico la confianza necesaria para este vuelva a creer en la moneda nacional o extranjera como instrumento de cambio. Sin esa confianza de arranque cualquier medida que se tome seria en el mejor de los casos escasa. Y como se ven las cosas el venezolano no cree realmente que aquellos que crearon están situación sean capaces de solventarla.
Etimología del Idiota lo fácil y peligroso de serlo.
En días recientes mi hija me
pregunto el significado de la palabra “idiota”, preguntaba si era o no una mala
palabra, le conteste que aun cuando la palabra no es una mala palabra, como
habitualmente conocemos si se constituye en un insulto. Esto me dejo pensando sobre el origen de la
palabra, realice una breve investigación acerca del origen etimológico de
“idiota”, encontrando que proviene del griego idiotes (privado de habilidad) y este de idios (privado).
El termino idios e idiotes, eran usados por los antiguos griegos para designar a una persona, que siendo ciudadano con todos los privilegios que ello implicaba en las cerradas sociedades griegas, se ocupaba de solo de sus asuntos privados y descuidaba los asuntos públicos, en especial los políticos. Es decir un ciudadano que pese a tener los derechos de participación política no hacía uso de los mismos y se concentraba únicamente en sus asuntos y negocios.
A razón de los tiempos actuales el idiotes de la antigua Grecia podemos referirnos a los denominados apolíticos, siendo estos todos aquellos ciudadanos que por diversas causas no muestran ningún interés en la participación política. Esto puede verse reflejado desde la cada vez menor militancia de los partidos políticos, hasta las abstenciones electorales que solo entre los años 1993 – 2000 tuvo una media del 40% según datos del CNE. Aun cuando la participación ciudadana en los asuntos políticos es cosa de elección y no representa a diferencia de la antigua Grecia un estigma social negativo, trae consecuencias nocivas para sus practicantes y para aquellos que no.
En este sentido la política tiene un parecido a la ley de los fluidos; cuando se vacía un recipiente, este se llena con aire, sino la estructura colapsa y se contrae. Así en política, los espacios que son abandonados por los ciudadanos de bien, serán ocupados por otros; siempre menos capaces e idóneos, e incluso por aquellos que dudaríamos dejar cerca de nuestras billeteras.
No faltaran aquellos que esgrimen sus razones para su apoliticidad en la vieja y trillada frase “la política es sucia”. La política es una ciencia que tarta de la formación del gobierno y la organización social, y esta tendrá por si las mismas características de quienes participan en ella. La política no es sucia porque si, lo será si los que la hacen lo son. De allí que al ciudadano decente y honrado declararse apolítico y abstencionista para colmo de males, deja el campo abierto a toda un suerte de inmorales y amorales personajes que viendo la ocasión, toman el control de la organizaciones del Estado para su propios beneficios, incluso los elementos más bajos de una sociedad como delincuentes y bandidos de oficio pueden lograr llegar a esos espacios. Como hemos observando en Venezuela durante los últimos años.
La participación en los asuntos públicos de los decentes ciudadanos que abandonen su posición de idiotes, puede una vez superada esta oscura etapa de nuestra historia impedir se repita.martes, 30 de marzo de 2021
El Aumento Invisible
La
tradición venezolana en materia salarial, dictamina que cada incremento del
salario mínimo debe ser anunciado en las celebraciones del 1ro de mayo, precedido
de bombos, platillos y sonido de trompeta, cual epifanía. Esto para, y
siguiendo con las tradiciones, los trabajadores venezolanos comenzáramos a
disfrutar de un aumento, que en el mejor de los casos alcanzaba para pagar un
café en cualquier panadería.
Los
gobiernos socialistas del siglo XXI, no evaden esta tradición, solo que ahora
en despliegue de su eficiente aparato de marketing, se anuncia “para la defensa del trabajador”, haciéndose estos ahora se
realizan en más de una ocasión al año. Claro ante la escalada hiperinflacionaria
que vive en país desde hace ya tres años, coloca al salario en algo menos que
sal y agua; en un suspiro al viento.
Haciendo
un poco de memoria, en la Venezuela del puntofijismo, el último gobierno de “la derecha reaccionaria”, tenían en abril del 1998 el salario minino
de Bs. 100.000,00 y el bono de alimentación en Bs. 81.400,00 lo cual sumaba a
Bs. 181.400,00 (los Bs. de antes); es decir en aproximadamente 337 US$
calculando al tipo de cambio de aquellos días, 538 Bs/US$. Si tomamos como referencia el umbral de la
pobreza estimada por el Banco Mundial con 2 $ de ingreso diario, el trabajador
venezolano que ostentaba el ingreso mínimo en 1998 alcanza a 11$ días, cinco
veces por encima del mínimo exigido por el organismo multilateral.
Ahora
la revolución coloca un ingreso mínimo de Bs. 2.800.000 (recuerden el monto de
ceros que se le quito al bolívar), representando estos 1,4 US$ al cambio del
día de hoy, es decir 0,04 $ diarios 98% por debajo de lo exigido por el Banco
Mundial. Esto sin mencionar la ya dolarizada economía, con precio de productos
cotizados a pecios internacionales, donde un kilo de arroz se vende a precio de
1 US$ y un par de zapatos de baja calidad puede cotizarse desde los 10 US$.
Tal
vez esta sea la razón que el aumento al salario llevado a cabo este marzo del
2021, se llevara a cabo sin anuncios ni proclamas, pudiendo
ser conocido como el aumento invisible.
martes, 16 de marzo de 2021
El nuevo billete de 100 billones.
El Banco Central de Venezuela acaba de anunciar la adición de tres nuevos billetes al canon monetario nacional con valores de 200.000, 300.000 y 1.000.000 de bolívares los cuales ya se encuentran circulación, vienen tratar de dar respuesta a la escasez de especies monetarias para cubrir las necesidades de circulación de la economía.
Esto frente a un escenario de hiperinflacionario que en cifras del propio ente emisor se situó en 2.662% para el último año. Siendo en términos históricos la mas elevada en Venezuela, con en agravante de mantenerse por tercer año consecutivo. Llevado a los venezolanos a utilizar el dólar como moneda de circulación y valoración de activos, dejando a la moneda nacional solo para el menudeo y las comprar menores; como el pago del pasaje urbanos, donde en se llega a cancelar desde Bs. 100.000; es decir el monto del billete de mayor denominación hasta el momento de esta nueva emisión.
No obstante este nuevo billete de 1.000.000 Bs. representa un valor de 0,5 USD al tipo de cambio oficial vigente al momento de su lanzamiento, es decir el nuevo billete nace devaluado.
Debemos recordar los venezolanos de corta memoria que el actual régimen en 2018 le quito cinco ceros al bolívar, y el gobierno anterior del difunto Presidente ya le había quitado tres, es decir que este numero billete representa en términos del bolívares que conocimos en nuestra vida pre-revolucionaria a 100.000.000.000.000 Bs. es decir en letras 100 billones de bolívares, y eso solo equivale 0,5 USD.
Para los poco entendidos en economía y políticas monetarias, la emisión de especie de billetes de cada vez mayor valor son síntomas evidentes de elevados procesos inflacionarios, y la poca eficacia de las políticas de Estado para combatirlas. En ello los gobiernos de la cuarta republica, dan clases magistrales al actual, pues en toda la vida republicana desde la emisión de los primero billetes denominados bolívares, nunca se emitió alguno superior a un valor de 50.000 y jamás los gobiernos puntofijistas restaron ceros al mismo y el tipo de cambio dejado por su ultimo gobierno, del Dr. Caldera, fue de 700 Bs./US$ es decir el billete de mayor denominación tenia un valor de 70 US$. Paradojas de la historia.
Algo que no quieren entender los actuales dirigentes de la economía nacional, es el hecho que el valor de la moneda recae en una gran e importante medida en el confianza de la gente, pues la moneda es fiduciaria, vale lo que el publico cree que vale, y para el venezolano el bolívar no tiene valor de significancía alguna, pues no el publico no tiene confianza en su emisor. Lo que pone de manifiesto el fracaso de las políticas económicas y en especial las políticas monetarias de los gobiernos revolucionarios, y en la visión de la gente quien creo el problema difícilmente puede tener la solución.